viernes, 13 de marzo de 2009

Largo domingo de noviazgo. Jean Pierre Jeunet. 2004.



Sin abandonar el tono lírico que tenía "Amélie", el director francés volvió a escoger a Audrey Tatou, para hacer de "Largo Domingo de noviazgo" una especie de "Amelie" de principios del siglo XX postbélico, menos alegre y más dramático.
Y es que "Largo Domingo de noviazgo" cuenta con todas las constantes del cine que respira Jean Pierre Jeunet; una preciosa banda sonora, en este caso compuesta por Angelo Badalamenti, una genial fotografía, idónea para un film enmarcado en tiempos de la Primera Guerra Mundial y llena de tonos sepia y dorados y sobre todo una historia donde la protagonista vuelve a ser una dulce chica en busca de un amor, en esta ocasión desaparecido tras el conflicto bélico.
En un primer momento, "Largo Domingo de noviazgo" nos recuerda no solo a las aventuras de la señorita Poulain, sino también a la obra maestra de Stanley Kubrick, "Senderos de Gloria", también situada en la Primera Guerra Mundial y donde igualmente eran juzgados unos soldados.
Pero pronto se abandonará ese tono serio, con sangre, muerte y tiroteos, desmarcándose la cinta de la típica narración bélica para adentrarse en una romántica historia de fidelidad, con la búsqueda que realiza Tatou de su desaparecido soldado amado, muy al estilo de otro film cercano en edad a "Largo Domingo de noviazgo", "Cold Mountain", donde Nicole Kidman esperaba de la misma manera a su desaparecido Jude Law.
Si bien, Jeunet cuenta esta historia de amor a modo de un extraño thriller policíaco, contándonos subhistorias de personajes secundarios, retrotrayéndose al pasado y dando importancia a los pequeños detalles, como ya hizo en "Amélie", pero que ahora tendrán una importancia trascendental en la trama al ir transformándose en pistas que ayudarán a Matilde en la búsqueda de su amado Manech.
Estos pequeños detalles eran un verdadero hallazgo y una delicia en "Amelie", pero en la película que nos ocupa, la enorme cantidad de datos, por mínimos que sean, terminan confundiendo al espectador.
Posiblemente uno de los mejores momentos de la película está en una de las historias paralelas que narra Jeunet, concretamente aquella en la que Jodie Foster hace una breve pero impecable aparición, en su primera colaboración francesa hasta la fecha (no me he olvidado de ella, Ana).
La sensacion final de "Largo Domingo de noviazgo" es grata, impecable técnicamente hablando, con grandes y emotivos momentos y donde Jeunet demuestra tener bien claro cuál es su manera de hacer y ver el cine, explotando su personal visión al máximo.


4 comentarios:

  1. Muy bien, sin olvidar a Jodie, n esta película interpretando a una madre coraje, en su línea vamos. Obviamente la cina la vi por ella, la Foster, y gracias a tí, pero supe darme cuenta del estll tan peculiar de su director. Por cierto, ¿qué peli veo para celebrar que he aprobado otra asignatura, la de Patricia?
    1 abrazo.
    P.D.: Te dedico la última actualización del blog.esms

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  2. Me he comido algunas letras, ¡qué manazas!

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  3. Esta película no la vi, pero Amelie me encantó. Con que ésta sea la mitad de buena me conformo :)

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  4. Buena elección, El tigre y la nieve, pero al final vi Seven por nésima vez, que desde los O-scar me apetecía. 1 abrazo

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